Este artículo examina la tensión entre el proyecto de ampliar y asegurar los derechos para la infancia en Chile y el objetivo de lograr una mayor equidad socio-económica y de género. Los principios que orientan programas sociales para la primera infancia, suponen la disponibilidad de recursos familiares para sus objetivos -principalmente, el trabajo femenino no remunerado-. Se argumenta entonces que el número creciente de mujeres que desean y necesitan entrar al mercado laboral implica dejar intacta la tensión trabajo-familia, especialmente para las madres, afectándose así la percepción de autoeficacia parental, y con ello, las posibilidades de los niños y niñas de recibir un cuidado apropiado.
Gómez-Urrutia, Verónica
Jiménez-Figueroa, Andrés
Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 13 (1)